viernes, 30 de diciembre de 2011

Hola


Hola a aquellas personas que no se cansaron de jugar. A vosotros, que os ahogasteis en vuestro propio vaso de agua, lleno de mentiras, piezas de puzzle. Hola a todos los que pensaron que aprender a bailar con el vacío sería tarea fácil. A ti, que quisiste sentir la adrenalina a pesar de las advertencias y te asomaste al precipicio.
Hola a todo el mundo que se ha dejado engañar. A los ludópatas del desamor, de la torpeza provocada, de la purpurina comprometida, esa que se pega a la piel y no se va. A todos vosotros, obsesos de la esperanza, obesos del cambio insoportable. A nosotros, malabaristas de espinas, soñadores de lo inviable. Hola a todos los que lágrimas abrasaron sus mejillas. Hola a los que se incorporaron, sanaron sus heridas y lo volvieron a repetir.
Al ilusionista, al extremo, al del caos anunciado, al que se arropó con la esquina de la habitación, al que quiso caer; hola.

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